Tabú, para aquellos que no saben, es un término que se utiliza para designar a un objeto, actividad o concepto no aceptado por la sociedad el cuál no se debe practicar ni mucho menos mencionar.
¿Por qué? Se preguntarán aquellos inquisidores del conocimiento que buscan la verdad de la milanesa en cada aspecto de la vida, bueno la respuesta es "porque así lo decidió la sociedad de antaño". Un tabú es tabú porque la sociedad lo considera de esa manera, de común acuerdo muchas viejas chotas habrán hecho una reunión Tupperware hace cientos de años y por decisión unánime establecieron que ciertos comportamientos son desagradables y no se debe hablar de ellos en público.
Esta magnífica introducción me da el pie perfecto para hacer lo que mejor me sale: ir en contra de la corriente y romper tabúes, por ende voy a comenzar a describir uno de los rituales más antiguos del hombre: Cagar.
Los muchachos de Asspera relatando la problemática de cagarse encima.
"Me estoy cagando, ya vengo"
"Uh, ¿Donde está el baño? Tengo que cagar"
"Ahhhh ya volví, me eché un garco monumental"
Frases muy hermosas que por algún motivo no son de etiqueta, y pueden incomodar a ciertas personas en la mesa, ¿Por qué? No lo se, la verdad no lo entiendo, lo hacen sentir a uno como si fuera el único ser vivo del universo que tiene la necesidad de cagar, te excluyen como si fueras un monstruo extraterrestre cuando todos tenemos la misma necesidad... hipócritas.
Lo malo de todo este asunto llega cuando el sagrado ritual no puede ser perpetrado en el lugar correcto y nos urge la necesidad de mandar un amigo a la costa bajo circunstancias complicadas.
En el viaje: Que te agarren ganas de cagar cuando estas en el bondi, o el tren es una de las peores cosas que te puede pasar en la vida. Algunos lo evitamos forzando un garco mañanero antes de partir hacia el trabajo, otros encomiendan su vida a una fuerza espiritual para que prevenga esas ganas irremediables de evacuar a los pasajeros del vuelo fecal.
En medio de un evento: Este es uno de los casos mas heavys, ya que en el viaje uno sabe aproximadamente en cuanto tiempo termina la tortura, es cuestión de fe y aguantar hasta que pasen los eternos minutos. Pero en este caso sabemos que puede pasar mucho tiempo hasta que tengamos la oportunidad de encontrar un baño. Ya sea en un mega festival de Rock, o en una salida nocturna con una fémina, cuando atacan las contracciones hay que luchar incesantemente contra el recto y convencerlo de que no es el momento oportuno para descargar un archivo adjunto.
En un baño ajeno: El verdadero trono es aquel que nos espera en nuestras casas, nos conoce, sabe lo que nos gusta, aquél que es digno de la ofrenda excretal que tenemos para honrarlo, pero ¿Qué pasa cuando nos estamos cagando encima en un lugar fuera de casa? Dependiendo de la situación el problema radica en un concepto diferente:
- En baños públicos: Aquí el problema es la higiene, el proceso de momificación del inodoro con papel higiénico es clave a la hora de evitar todo tipo de enfermedades y patologías. Igual siempre te termina dando asco, pero es eso o despedirte de tu dignidad y de tus pantalones.
- En el baño de otra persona: El problema que nos aborda en esta situación es la acústica. A la hora de realizar deposiciones, todo el tiempo estamos verificando el volumen de nuestro proceso, controlando el músculo esfinteriano y realizando contracciones intermitentes para no provocar ese ruido tormentoso que nos delataría sobre la práctica del ritual en cuestión.
- En el baño del trabajo: En este contexto es una cuestión de educación, cuando entras a echarte un garco no sabés si saludar al que está ahí sacudiendo, te entra la duda sobre si es correcto mantener una conversación con tu compañero de cubículo o solamente accionar en paz y soledad.
Como pueden ver, es necesario sumar estos tópicos a las conversaciones que tenemos con nuestros allegados, ya que son problemas y cuestiones que debemos resolver entre todos.

Me despido cómo lo haría el señor Pipo Pescador:
"El cagar es un placer,
que nos suele suceder...
en el auto de papá,
nos iremos a cagar"
viaje al laburo desde easy de quilmes hasta plaza constitucion, fue a hora mas sufrida de mi vida, el circuito mas desesperante que jamas habia experimentado.por dios, todavia me acuerdo cuando llegue al laburo, imborrable placer.
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